
El disco comienza con Ai, Yoko, canción en memoria de Yoko Ono. Lo cierto es que sorprende el cambio al ver que la electrónica inunda la atmósfera, aunque la melodía y la voz de Guillem siguen transmitiendo tranquilidad y buen rollo. La siguiente es Vés Bruixot, con un riff de guitarra más propio de grupos como Cyan o Vetusta Morla que de Manel. Otra de las canciones a destacar es la melancólica Banda de Rock, que cuenta la separación de un grupo de música y deja con algo de tristeza e incertidumbre al oyente (¿estarán despidiéndose con este disco y relatando su final en esta canción?). El single y la canción estandarte del disco, Teresa Rampell, es la que mejor muestra el cambio de estilo: ritmo funky de bajo y batería, punteos de guitarra de fondo y un estribillo muy potente. La atmósfera primaveral que crea es muy similar a grupos del corte de Phoenix (aunque sin pasarse). Muy buen tema, que dan ganas de escucharlo varias veces. Lo mismo ocurre con Quin dia feia, Amics... y con Un directiu em va acomiadar con un aire muy The Kooks.
VALORACIÓN: 7