viernes, 19 de abril de 2013

'Atletes, Baixin De l'escenari': La transformación de Manel

Manel estrena su tercer disco,  'Atletes, Baixin De l'escenari', en el que renuncia al folk que les llevó a la fama. Las guitarras eléctricas y los sintetizadores electrónicos toman protagonismo en detrimento del ukelele y los instrumentos de viento, desaparecidos en este trabajo. 

Resulta paradójico que en un momento en el que el indie folk está de moda (el ejemplo más claro se encuentra en el tirón que tienen Mumford & Sons o Beirut), Manel, el sorprendente grupo catalanohablante que lo había llevado a lo más alto en nuestro país, renuncie a ello en su recién estrenado tercer disco: Atletes, Baixin De l'escenari (Warner Music,2013) . El cuarteto barcelonés muda de estilo y se olvida de los ukeleles y del multinstrumentalismo que  caracterizaban su música y que los había llevado a ocupar los primeros puestos en las listas de  ventas con su segundo disco (10 milles per veure una bona armadura de 2011). A pesar de ello, Atletes, Baixin De l'escenari (2013) ( El nombre viene de una anécdota ocurrida en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92)  es un álbum serio, ordenado y con aire filosófico y ensimismado, aunque probablemente en conjunto no tenga tanto tirón como los anteriores. Las guitarras eléctricas (que otrora tenían un papel secundario) ahora son principales, e incluso se llegan a nutrir de la música electrónica, algo que también está muy al orden del día. 

El disco comienza con Ai, Yoko, canción en memoria de Yoko Ono. Lo cierto es que sorprende el cambio al ver que la electrónica inunda la atmósfera, aunque la melodía y la voz de Guillem siguen transmitiendo tranquilidad y buen rollo. La siguiente es Vés Bruixot, con un riff de guitarra más propio de grupos como Cyan o Vetusta Morla que de Manel. Otra de las canciones a destacar es la melancólica Banda de Rock, que cuenta la separación de un grupo de música y deja con algo de tristeza e incertidumbre al oyente (¿estarán despidiéndose con este disco y relatando su final en esta canción?). El single y la canción estandarte del disco, Teresa Rampell, es la que mejor muestra el cambio de estilo: ritmo funky de bajo y batería, punteos de guitarra de fondo y un estribillo muy potente. La atmósfera primaveral que crea es muy similar a grupos del corte de Phoenix (aunque sin pasarse). Muy buen tema, que dan ganas de escucharlo varias veces. Lo mismo ocurre con Quin dia feia, Amics... y con Un directiu em va acomiadar con un aire muy The Kooks. 


A pesar de esta transformación, para aquellos melancólicos de anteriores discos, Manel reserva una serie de  notables canciones en las que predominan lo acústico: Ja era fort, Fes-me petons, Imaginan't un nen, Deixar-te un dia y Desapareixíem lentament.

VALORACIÓN: 7



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